viernes, 24 de abril de 2015

SOÑANDO FUI A UNA ESTRELLA.



Soñando fui a una estrella
que está muy seca del Sol,
y al encontrarme con ella,
me mostró la Osa Mayor.
Y al guarecerme en aquella
me convenció que el Creador,
no necesita fronteras,
ni espacio a su alrededor
para que todos supieran
la grandeza de su amor. 

Con tal fuego allí soñé
que hasta jugaba con Dios;
          y hacíamos dulces de miel
         que Él me dio con gran cariño
         para llevarle a los niños
         que no teníenen que comer.

        Qué inmensa es Su bondad,
        la que no sé comprender
        que en los días de navidad
        no se convierta tal sueño
        en gestos de realidad
        que sacie a tantos pequeños,

        Espero hallar las razones
        que nos lleguen a aclarar 
        a los inicuos corazones
       ¡cómo dar un poco de pan!
       A esas brillantes legiones
       de niños que han de sembrar
       los pilares del estambre
       que al hombre ha de amparar,
       si no matamos de hambre
       a esa bella humanidad
       que van derramando sangre
       por los ojos, al llorar.
                   *

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