martes, 28 de febrero de 2017

EL ANGEL DE LOS POETAS.



         Ese ángel que poseen los poetas,
         me imagino que será, un rayo de fuego                     
         que culmina en su alma como un juego
         y que abren del cielo, las ventanas y las puertas.

        A la grupa de las ninfas y fantasías
         voy saltando las vallas de lo incierto.
         Convirtiendo en realidades las poesía
         que nació en mi obtuso pensamiento.

         Se salpican de nieve las colinas
         donde anida la luz de la hermosura
         y que despiertan sus sueños  cuando duermen
         en  la montaña supuestas de  locura;
         aunque creo que son los brujos de los duendes
         los que siempre son capaces de expirarles,
         los dichos sueños a pechos de criaturas.
         Sueños que una vez fueron paridos
         y crecieron  en los senos de cordura.

     
         Entonces es cuando creo
        que el ángel que guía al poeta
         fue alguna vez un escritor,
         o una deidad o un cometa
         o quizá del cielo alguna flor,
        capaz de abrir algún puerta.
         Por decir, de par en par         
         para que entrara y saliera
         la luz con su claridad,
         en amarantos, azucenas,
         los mares, cielos y la tierra
         y toda la clase animal.

          El poeta, hace alfombras
         a los pétalos de ambrosías
         para con ellas volar
         enredado en fantasías,
         de amor que nace al llorar,    
         entre las noches y los  días
         y de su sueño se llega a despertar;
         lo que sumerge en odas y elegías
         sacando de la tierra y la mar,
         su belleza, y las convierte en poesías.

         El poeta es humilde,
         carece de vanidad,
         él reparte y nunca pide
         y lo que su diestra da,
         procura que se le olvide.
 
         Tan  sólo piensa en crear,
         o mejor dicho sería.
         El sólo intenta engendrar
         realidades con poesía,
         con sueños sin despertar,
         para que alguien un día
         bien le pueda recordar,
         como sombra o luz que guía
         al peregrino al andar.
                          *

lunes, 13 de febrero de 2017

ME ENAMORE SIENDO NIÑO.



Me enamoré siendo niño
                 de una flor cual una estrella
                 y aun perdura mi cariño
por esa rosa tan bella.

Me enamoré de sus ojos
y de su candente bondad
y aun sigo enamorado
de su alma de cristal.

Sí a través de los rasgos de la pluma
pudiera mandarte el pecho,
me arrancaría el corazón
y en dos pedazos desecho
formaría un pabellón
en tu morada en el cielo.

Te lo entregaría, ¡mi amor!
Si yo no fuese una sombra
que duerme en algún rincón
muy distante de la gloria.
Como si fuera un ladrón
que  quiere robar la joya
que un día Dios, reclamó,
para que eclipsara el sol.

Yo pintaría las estrellas
con mi pincel de papel.
y dibujaría en aquellas
tu donaire de mujer.

A tu lado fui sintiendo
la mayor fuerza del alma;
una y una y otra vez,
lo que hoy me voy bebiendo
como una copa de hiel,
cada sorbo del recuerdo
que tu amor dejó en mi ser,
como una aguja de bronce
que me  taladra  la piel.                
.                 *

jueves, 9 de febrero de 2017

FUEGO DE SAN VALENTIN.

      

       Si  el agua del corazón
       se dejan bañar por el río del amor:
       el alma se viste con  las estrellas,
        en el mar de ese lejano confín.
        Y cabalgan sobre frutos de leyendas
        que legó, Santo San Valentín.

        De ahí que el fuego del amor
        se abrace con un beso
        en las aristas encendidas de la boca.
       Aunque el cuerpo del amor no tiene peso
        pero puede deshacer hasta una la roca
       del corazón y alma del más travieso,
       y se refugia en el fragor que nadie toca.

        Tan sólo las caricia de miradas
        pueden prender el fuego del encanto.
       Como luz de las estrellas
        o en el jardín del arrayán o el amaranto.
        Porque el fuego del amor, es un jazmín
        que a veces produce hasta llanto        
        si no crees en San Valentín.

         Cuando se nada en el lago del amor,
        de sus aguas se respira la dulzura
        y embriaga al corazón, tal esplendor
        que  muy cerca  está de la locura;
        al  cabalga más allá de la dulzura
        donde el grito del silencio dá calor,
        al delirio abrazador de la hermosura.

         El amor no tiene sombra,
        longitud, ni densidad,
        ni nadie puede apagar
        esa  luz, de una inmensa claridad
        que San Valentín, nos da...
                         

jueves, 2 de febrero de 2017

CUANTAS VECES HABRÉ LEÍDO.

 

¿Cuantas veces habré leído,

las mismas páginas,

las mismas palabras,
los mismos consejos,
los mismos reproches?
Infinidad de veces
y aún no he podido conseguir
pronunciar  tu nombre,
ni recordar tus azules ojos,

Ni la seda de tus labios rojos,
y hasta el azafrán de tu pelo        
se han perdido de mi mente.
No sé si fuiste ilusión
enredada  entre mis sueños
como una yedra fugaz
que pasó sin darme cuenta.

Y hasta he llegado a pensar,
o si seré alguna quimera
en el fondo de un abismo,
sin principio, ni final,
más allá del negro Olimpo
sin fanal en la eternidad,
donde no llegará nunca
la sonrisa de algún ser
qué soñando me dijera.
–Sueña si quieres soñar,

pero jamás te diré
si un día fuiste real.
Sólo te dejo la opción,
sí eres  capaz de llegar
a hurgar en tu corazón
para encontrar la verdad
                *