Me queda tu mecedora
donde te solías sentar,
aquí pasabas las horas
esperado el regresar
de mi cabalgar en las olas
cuando volvía del mar.
Por lo cual, yo hoy la mezo
e imagino que ahí estás.
Siempre al llegar te beso
y escucho aquel fragmento,
–¡Cariño que dulce está!
Eres mi vida y mi aliento.
Cuántas veces escuché.
Por qué‚ te querré‚ yo tanto
no lo puedo comprender.
Contemplo tu mecedora
donde no me esperas ya.
Yo quemo allí las horas
e imagino que vendrás.
Y mirando tu meced
Tan sola ¡Qué‚ fría está!
Mirando sigo esperando.
¿Qué‚ espero? –No espero
"Na"
solamente la mirada
de mis sueños al despertar.
Yo veo en la mecedora
la vida que tú le dá,
y así consumo las horas
en ese largo esperar,
e imagino que se mece
aun sabiendo que no estás.
Cariño, mí amor y mí vida
aunque sea una sola ve
mueve tu mecedora
donde te solías mecer.
Aunque sea una vez tan sola,
que me ayude a recorrer
la lentitud de las horas.
Yo la quisiera mover
y hasta creo que te toc
con el fragor de tu ser.
¡Me estaré‚ volviendo loco?
mí Lola, ¿Esto qué es?
*