jueves, 26 de noviembre de 2015

ES UN SIMPLE TESTAMENTO.



             Es evidente que he sido un peregrino
             que desde el mismo día en que nací,
             anduve por desérticos caminos
             y hoy que ya es supuesto fin,  
         puedo decir sin dudar
        que me hallo de regreso
        a mi verdadero hogar.

        Mi vida sólo fue un puente
       que me ayudó a cabalgar
       a la grupa de la muerte
       que me lleva al más allá,
       donde sé que hay una fuente
       de dulce felicidad.

      Si duermo, no me debéis despertar,
      a lo sumo recordarme
      como una estrella fugaz  
      que alguna noche muy tarde,
      quiso destellar bondad.
     Y tan sólo recordarles
     mi gran deseo de paz.
                  *
     Rogelio García Galindo.             

jueves, 19 de noviembre de 2015

MI PLUMA NACIO EN EL CIELO.

        

          Mi pluma nació en el cielo                              

         a la sombra de una estrella.
         Nunca sabrán que consuelo
           me mandó esa luz tan bella.

           Es como antorcha de fuego
que dan luz al corazón.
Son llamaradas que luego
inundan el sinrazón.

Esa estrella de mi pluma,
tiene nombre y apellidos.
Es un lagar de dulzura
que en mi pecho se ha metido,
para dibujar del alma
los mayores consabidos,
de esa luz que no se apaga,
ni aunque quede en el olvido
dichas huellas de mi cara.
               *

martes, 17 de noviembre de 2015

LLORAR, NO VAIS A LLORAR.



Llorar, no vais a llorar
cuando me perdáis el artista;
sólo podréis comprobar
que fuisteis corto de vista
al no saber valorar
mis derramadas conquistas.
        
Siento como un estallido
en la sombra de la noche
que me arañan las escamas
del alma, cansada y fría.
Y la silenciosa soledad,
me grita despavorida,
como furia de huracán.

Un día, el hombre llorará
cuando se cierre mi puerta
y hasta se maldecirá
por no escuchar al poeta
cuando aún podía hablar. 

Es muy fría la verdad
que araña sin compasión
y con hastía crueldad
el fondo del corazón. 

Llorar, no voy a llorar
aunque me ahogue el dolor;
porque hay en mí un caudal
que me lo alimenta Dios,
para que pueda gozar
del fruto de un dulce amor.
Amor que da libertad
a mi alma y a mi voz
y a la pluma al derramar 
lo que mana en mi interior.

Por lo cual, no lloraré,
en todo caso, cantar
al pensar que un día tal vez
el hombre si abrevara
en la fuente de mi miel,
con la que se embriagará.
           *

jueves, 5 de noviembre de 2015

QUE SIN OJOS ME MIRABA..



             Se abrazaba con sus garfios
             a las estelas de mi alma.
             Aquello más que la ira del Averno,
             era la venganza de un fantasma
             que sin ojos me miraba con desprecio,
             y sin labios me llamaba fematero,
             que sin manos me arrancaba las entrañas,
             y que su fuego me quemaba el pensamiento
             en las penumbras de la noche
             me arrancó la lucidez del corazón.

            Y a  la aurora del destierro
             yo le pude preguntar aquella noche.
             –¿De dónde vienen esas sombras grises
             Que me abaten las telarañas del pecho,
             cuya esfinge, no tiene rostro,
             ni manos, orejas, ni nariz,
             solamente los destellos amarillos
             de luz que iluminan en los desiertos?
 
           ¿Por qué mi mente desolada, ya sin rostro
            que sé adentra en los negros farallones
            de raíces abominables del olvido,
           y que derrama la sangre de mi alma.
            Le clava las aristas de sus fauces
            en el centro de ese grito que me llama,
            con la sombra de un fantasma sin oídos?

           Si son los azotes  de falsos dioses
           no me harán estremecer,
           ni aunque todos los glaciales
           se deshagan a la vez
           y se unieran a los mares.

           No me podrán someter
           ni aunque todos los dioses
           de ese sueños
           se arrodillaran a mis pies
           y esparcieran las cenizas
           de mis huesos, el alma será de Él,
           porque Dios, le dá  a la mente
           la dulzura de la miel
           y mis manos son el puente,
           que trasladan estos sueños al papel.
                              *