viernes, 27 de febrero de 2015

CADA DÍA QUE ME DESPIERTO.

 

Cada día que me despierto
y consigo dialogar,
con el viento, las palomas,
la luz y la oscuridad,
y el silencio de la noche
en el espacio sideral,

me siento como una pluma
sin ninguna densidad,
que vuela entre las nubes,
sumergido en el regazo
de Santa María del Mar...

Cada día que sale el Sol
y veo un nuevo anochecer
yo le doy gracias a Dios,
ya que mañana no sé
si veré su resplandor.

Y entonces veo que mi sombra
es luz en la oscuridad,
donde tan sólo el Averno
consigue hacerme llorar,
cuando rasga el pensamiento
que empezó a hacerme soñar,

con la maldad de los hombres,
las lágrimas de los niños
que no saben qué es la paz,
ni la fuente del amor
que, unas fieras sepultaron
antes de aprender a andar,
en cenotafios sin nombre,
construidos sin bondad.

Y entonces pregunto al Cielo
¿Por qué me hiciste aprender
de que color era el fuego
o el agua que he de beber,
al dejar de ser un lego?

Dejadme soñar despierto;
no despertarme  jamás
                  de aquella noche que el ciego
                  si apenas sabía andar.    

Quiero creer que es del Cielo
los regalos que me llegan,
llenos de amor y consuelo.
Convirtiendo las quimeras
que nacieron con un sueño
                   en la verdad más sincera
que el hombre pudo soñar.

A veces parecen ciertas
y no es tal la realidad.
Y entonces llega el supuesto,
sí el sueño fue una verdad
o sí la verdad un cuento,
sin principio, ni final
que soñé estando despierto.

Tal vez que fue en una noche
o en una tarde de verano,
cuando la sombra del viento
me acarició con su mano.
Entonces me desperté
y vi que estaba llorando
al comprobar que soñé
recuerdos de una ilusión
que siempre estuvo dormida
dentro de mi corazón.
              *

jueves, 26 de febrero de 2015

EL IDIOMA DE LOS NIÑOS.


Una niña me miró
y a la cual correspondí.
Su mirada era de amor,
por lo qué la comprendí.
Tres años tal vez tendría
pero me hizo escribir
lo que en sus ojos leía.

Nos miramos tiernamente,
donde surgió una expresión
que los labios de la mente
nos comunicó a los dos,
un te quiero reverente
que en mi alma se clavó,
 
como una daga o un diente
que me arañó el corazón
cual puñal más trasparente.
Lo que llegó a ser mayor
que el pasado, el futuro
y el presente.

                   Sí, conjugamos el amor
que puede haber en la gente
que nos da un día su adiós,
veríamos que es la fuente
de aquel legado de Dios...

Mi mayor felicidad,
es cuando leo en los ojos
de los niños la verdad.
Ellos me hablan de cosas
que nadie podría explicar,
El idioma de esas rosas.
creo que lo sé  descifrar.

Tan sólo quien sea niño
llegará hasta ser capaz
de interpretar el cariño
que ellos suelen derramar;
cual cataratas de luz
que pueden iluminar
mucho más que el cielo azul.

                   Los niños son manantiales
de arco iris de amor.
Sus dulzuras son glaciales
como el volumen del Sol.

Quiero llorar como un niño,
cantar, correr y reír.
Quiero jugar con las cosas
que al hombre, hacen sufrir.
Por que los niños son rosas
que se suelen marchitar
cuando el mundo las deshoja.
Entonces queda de ellos
lo que se podría llamar,
las llamaradas de fuego
que le inculcamos del mal,
lo que lamentamos luego.

¿Sabe usted con lo que sueño?
Sueño con no despertar
de ese lugar que los hombres,
se amen todos por igual.
Con amor inmensurable,
como Dios quiere que sea.
Y que se inunde el corazón
de tanta felicidad.

Cuando el hombre ame al hombre
de ese modo singular.
No habrá fronteras de odio,  
ni destellos de maldad,
será realidad mi sueño    
porque reinara la paz
               *

miércoles, 18 de febrero de 2015

2ª. PARTE DE LA TENTACIÓN Y YO.

               

         -Tú eres un vivo muerto
         que no sabe donde vas
         y vas flotando en el viento  
         sin alcanzar libertad:

         -Yo vivo de la hermosura
         de las flores y del mar,
         y bebo de la dulzura
         que la madre tierra da.

         Siento el dulce del silencio
         y hasta las aves, al volar.
         Siento y digo lo que pienso
         del mundo y su humanidad.

         -¡Sueños y fantasías
         Mentira por ti inventada.
         Languidez de felonías
         que al despertar no son nada.

         Apenas melancolías
         de sueños que ya se fueron.
         Como siempre te diría;
         Recuerdos, yertos, efímeros.

         -Puede que tengas razón,
         pero digo sin embargo,
         que ahogaré el corazón
         antes que hundirme en el fango

         de la miel o la pasión
         y de verdades efímeras
         que siempre en toda ocasión
         se desvanece cual cera.

         Siempre hago lo que quiero,
         hablo y digo sin pensar;
         porque tú eres embustero
         que alardeas de un caudal.    
    
         Pero que tan sólo el cielo
         él conoce la verdad.
         Siento tentación y deseos
         las mismas que tienes tú.

         Vivo sabiendo que creo
         que mi camino es la cruz.
         Me escondo donde no veo
         esa tentación sin luz.

         Camino en la fantasía
         de leyendas al soñar.
         Haciendo con la poesía
         torrentes de alacridad,        
         para llenar de alegría
         al hombre en su soledad.
      
         -Palabras que lleva el viento,
         que como vienen se van.
         Y sacas lo que llevas dentro
         de falsa felicidad.
         Cuando tu cuerpo este muerto
         ¡qué importa ya lo demás!.
        
         -Será la voz del silencio
         la que me ha de juzgar.
         Será mi alma en el tiempo
         la que goce de la paz.
         Seré un vivo y no un muerto
         cuando llegue al más allá.

         -Tú serás sólo un recuerdo
         extinguido por el viento.
         Yo seré un loco cuerdo
         mientras tú y tu pensamiento
         tan sólo seréis un cuento,
         como sonrisas de un viento.
  
         -¿Quién de los dos es el cuerdo?
         ¿Es la humilde realidad?
         ¿O la voz que en el desierto
         cree saber que es la verdad?
         Y de nada me arrepiento,
         ¡sólo si hice algún mal!.
                   *                                           

martes, 17 de febrero de 2015

LA TENTACION Y YO...


                        
         Voy flotando como hojas
         que lleva el viento a lazar
         de los sauces y las rosas,
         rodando hasta un muladar.

         Voy buscando una daga
         para ser el criminal
         que a mi tentación deshaga
         al llevarla a sepultar.

         Y enterrarla sin honores
         sin compasión ni dolor.
         Sin un detalle de flores
         y menos de una oración.

         Lucha que nació conmigo
         desde que viera la luz.
         Me convirtió en mendigo
         y en despojos de una cruz.

         Dije antes y ahora digo,
         quiero ser un asesino
         porque mi yo, no es mi amigo,
         aún teniendo el mismo signo.

         Siempre voy mirando al Cielo
         entre las flores y el Mar.
         Soy amigo de un lucero,
         de los lirios y el coral.

         Hago con mi mente juegos
         con el orbe sideral.
         Y aveces creo que llego
         a olvidar la realidad.

         Siento una gran tentación
         como oscuras encrucijadas        
         que me golpea el corazón
         con una espada afilada.

         Y hace deforme el color
         de oropeles luz opaca
         que hasta me ofrecen amor
         y rosas de color nácar.

         Me lleva la tentación
         a caminar entre espinas,
         haciéndole al corazón
         creer que son piedras finas.         

         Y me sumerge entre jarales
         en la cumbre del placer.
         Hace que sea la tarde
         un sonrosado amanecer.

         Cuando despierto y levanto
         la mirada a las estrellas,
         entonces me ahoga el llanto
         por no ver la luz de ellas.

         Me escondo tras de la pluma,
         de los lagos y las praderas
         y me sumerjo en las lagunas
         de aguas que son quimeras.

         Yo soy libre como el viento,
         como la flor y el jaguar.
         Y cojo del pensamiento
         la dulce miel del panal.
                                              *
                      CONTINUARA CON UNA SEGUNDA PARTE

viernes, 13 de febrero de 2015

LA BUSQUÉ CON MUCHO AFÁN..



Puse mi afán en buscar
una cruz que no pesara,
para poderla llevar
con la sonrisa en la cara: 

Probé de muchos tamaños
que en tal busca  pude hallar.
Las que no me hacían daño,
no me dejaban, ni andar.

Rogué al Cielo de su ayuda
para cambiar mi cruz,
y en su respuesta muda
creo que encontré la luz.

Dios me llevó a un almacén
donde habían miles de cruces     
y me dijo: –Pruébate
aquella que más te guste.

Como un niño de seis años
empecé a jugar con ellas;
vi una que su tamaño
me pareció la más bella;

reducida y manejable
y apropiada a mi ambición.
Su peso, insoportable,
se clavó en mi corazón.

Al cogerla del estante,
pensé que sería ligera  
a pesar de que era grande
por su preciosa madera.   
                             
No me había equivocado,
fue tal cual lo imaginé.
Pero quedé desolado
al enredarse en mis pies. 

Probé de miles de ellas
que al principio me gustaban,
y en cambio muchas de aquellas
en mi espalda no encajaban.

Al final de una jornada,
hallé un prodigio de cruz;
¡sencilla y acomodada
como en la noche la luz!

Contento como un infante
a mi casa me marché,
y oí que decía alguien:
–ya veo que la encontraste.

–¡Sí! Satisfecho contesté;
encontré la que buscaba
y nadie podrá entender
¡cómo la necesitaba!

–Hijo mío, está muy ciego,
no pretendo defraudarte.
¿No has visto que con tu juego
cogiste la que dejaste?

La cruz que mando a los hombres,
siempre es la más coherente,
tanto al rico como a pobres,
aunque nunca diferente.

De ahí que sea esa cruz
la que más dé tu medida;
la cual será como luz
para el resto de tu vida.

No veas en cruces ajenas
lo que en realidad no son.
Todos arrastran sus penas
con dolor en el corazón.

Si alguna ves que blanquea,
no pienses que es su color,
son disfraces y panacea
a consecuencias del dolor
y para que nadie los vea
que lo llevan sin pudor.
                *

miércoles, 4 de febrero de 2015

CON LOS BRAZOS PUESTOS EN CRUZ.


                              

                Con los brazos puestos en cruz
                y la mirada en el Cielo,
                fui buscando en ti la luz,
                para encontrar el consuelo
                que me prometiste Tú
                de ese caudal ya postrero.
                
                De aquel puente sin salida
                y de días en la oscuridad.
                Desintegración partida
                de dos llagas por mitad,
                donde está la luz perdida
                sin saber en que lugar.

                Se hizo la noche día
                y se amansó el temporal
                de esa luz que no veía,
                se extinguió en la oscuridad
                nítida luz que vendría
                de Tu santa voluntad.

                Gritaré a los cuatro vientos
                lo que de ti me dijeron;
                poniendo alma y aliento.
                No es un impulso efímero
                ya que fue del Firmamento.
                Gracias te doy muy sincero.

                Despertaste mi la luz,
                de la esperanza del Cielo,
                con los brazos puestos en cruz
                me regalaste el consuelo,
                y con Tu nítida fragancia
                rompe en mi pecho el hielo.   

                Busco perder la ignorancia
                de las dudas que hay en mí.
                Quiero encontrar la distancia
                que me separa de ti.

                Con los brazos puestos en cruz
                y la mirada en el Cielo,
                quiero que me guíes Tú,
                ese día que alce el vuelo
                sin sombras de Belcebú.
                ¡Lo que Tú mandes¡ yo quiero.
                            *