martes, 30 de abril de 2013

ME GUSTARÍA ENCONTRAR.

 

Me gustaría encontrar
aquél que pueda decir                
si mi sueño fue verdad,
cuando pensé en revivir

 el día anterior al  que se fue,
a morar en una estrella
de un dudoso amanecer.
Yo muy bien sé que  está ella

en el centro de mi ser,
cómo la sombra del viento
del evento que soñé
cuado dude estar despierto.

Y aunque no la puedo ver
la toca mi  pensamiento.
Como si  hoy, aún fuese ayer
cuando se plasmó este evento.

Por favor no despertarme
del sueño que aún no sé,
si ella vendrá a regalarme
lo que despierto deseé:

morir sin sueños en sus brazos
y sin buscar el amanecer.
Aunque sean los últimos pasos
para postrarme a sus pies.
                *

viernes, 26 de abril de 2013

ME GUSTARÍA CONSTRUIR.

   

          Me gustaría  construir
una muralla de espejos
que llegara al más allá,
donde pondría una bandera
sin lágrimas de las guerras
y que todo fuese paz.
 
         Allí mezclaría las fieras
con toda clase de animal,
donde hombres y lobos durmieran
en un lecho de cristal.
Donde alma y pensamiento
se pudieran contemplar
abrazados por los vientos,
y poderles apaciguar
a los hombres el sentimiento.

         Y cuando ya construido
ese jardín de belleza.
Estés despierto o dormido
no le temería a las fieras,
ni a tal hombre malparido
que un día engendró en la tierra
chupa sangre empedernido.

         Porque si tuvieran madre,
tal vez fue una maldición
o un error el engéndrales
en más de una ocasión:
seguro que dicha madre
que algún día se preguntó
¿qué fue lo que hice peor,
parirle o en engendrarle?

miércoles, 24 de abril de 2013

NO ENTENDÍ LO QUE PASANBA.



      No entendí lo que pasaba,
      al menos por esta vez.
 
      Salí de la habitación.
      Pensé que estaba soñando,
      la gente hacia oración.
      yo, les seguía contemplando
      y nadie en mí sé fijó.
      !No entiendo que está pasando!

     Contemple el ancho mar
     mientras miraba en el puerto.
Volví la cara hacia atrás
y vi a mi cuerpo inepto.
Pensé que estaba soñando,
¿Sueño, vivo, o estoy muerto?

Nada me impedía hablar.
Grité, y nadie me escuchaba.
¿Por qué llora tanta gente
sí aquí no a pasado nada?
Sentí sudor en la frente
y nadie me la limpiaba.

¿Soñaba o estaba muerto?
Me encontré un guapo doncel,
todo vestido de blanco;
él me cogió de la mano.
Yo, me impresioné de él.
Le pregunte:  –¿adónde vamos?–

     Pero él no contestó,
     se expresó con la mirada.
Volamos por las estrellas
¡que hermosa tal cabalgada!
Me mostró cosas muy bellas
cual indescriptible gozada.

La gente que me velaba
     las intenté consolar;
     pero nadie me escuchaba.
Gran pena todos me daban
y grité, llamé y lloraba
y ninguno me sentía,
ni yo, sabía que pasaba.

    Cuando llegué aquel puerto
    diciendo –¡misión cumplida!
en el más loco desierto
que Dios me a dado por vida.
Sentí el sueño de un muerto
sin saber qué mi partida
era un éxtasis supuesto.

Al doncel de rubio pelo
     no le pude ver la cara.
¿Será algún ángel del cielo
o mi Martín qué lloraba?
¿Será la mano de Dios;
o será mi sombra helada?

No quisiera despertar
     si por ventura soñaba
     si tal muerte era real:
     yo quiero verle la cara
     de aquel hermoso doncel
     que con dulzor me trataba.
    
     Soñaba, ¡no estaba muerto!
     era pura fantasía.
     El día que esto sea cierto
     quisiera que mi agonía,
     fuese igual que en este cuento
    
     adornado de poesía.
     Pues cuando llegue ese evento
     seré puntual ese día.
     Convencido estoy que es cierto.
                    *              

martes, 16 de abril de 2013

FLOTANDO VOY POR LAS NUBES.


         Cuando me pongo a soñar
lo mismo sueño con flores
que no quiero despertar
los sentimientos y amores.
Son las flores de un rosal,
todas de bellos colores
que no lo sé, ni explicar.

         Sueño con la juventud.
Sueño que soy alcatraz                
que volando al senectud
llegó soñando a pintar
en las sombras de una luz

que iluminó la distancia
que separa la virtud
de incongruente ignorancia,                
las que se enreda con la cruz
que heredé desde la infancia.

         La cruz que me rasga el hombro
sin dejarme, apena andar
sobre un camino muy hondo
y me asusta el despertar.
 
         Porque la herida en del hombro
no es dolor, es libertad,
para soñar y volar
sin miedo a la oscuridad
que un día dejara atrás,
y sin saberlo el por qué
mi alma vuelve a sangrar.

         Con los versos voy plasmando
         estrofas que son enigmas.
Poemas que van saltando
para llegar a la cima
del pensamiento alocado
que quiero esconder en la rima,
la amargura del pasado
y, a lo cual, no se aproxima,

         Quiero bajar de las nubes
y entrar en el ancho mar
y en las cascadas que tuve
para con fuego pintar,
el fragor de la ambrosía
y el blanco del azahar.

         Cuando todo era poesía
lo que bañaba mi hogar.                 
Sin la pluma encallecida
en hojas de un retamar
se ha convertido mi vida

         Vivo soñando en estrellas
y no quiero despertar                
de aquellas cosas tan bellas:
como la alondra al cantar.
Tanta belleza de ellas
le hace a un pecho soñar,
con tantas esquilas y huellas
que una flor dejó al pasar.

         Y no sé, si lo he soñado
o es que estuvo en realidad
algún día, aquí a mi lado
y se fue a la oscuridad
dejándome traspasado.

          Cielo, tierra, aire y mar,
pueden ahogarme en la sombra:
pero dejadme soñar,
y ser libre, como alondra.
Yo quiero la libertad
y busco que alguien responda:
¿Dónde está la oscuridad
que hasta la pluma se asombra
y no ve la claridad?

         Camino que no se olvida
         de una vida al despertar.
Siento que ya está perdida
apenas sin empezar,
sin dejar huella en la vida,
ya que fue un tiempo fugaz.

         Busco en la imaginación
el entorno que rodea
a mi pecho de ilusión
de cosa lindas y no feas.
Lo mismo que una canción
canto la copla que sea.
         Son fruto del corazón
tantas humildes ideas.
           
          Fruto del árbol vivido
          que empecé a deshojar.
Madurez que otros han tenido.
No hay envidia en mí lugar.
Siento que seré el olvido
terminando al empezar
de pensamientos perdidos
que me dejé sin contar.

         Volando con el recuerdo
         desde el anciano hasta el niño.
Pensando casi me pierdo
sin amargura y cariño.
Yo cuento lo que recuerdo
aunque sean cuentos de olvido.

         Recuerdo en sitios que estuve
y gracias le doy al Cielo
por los favores que obtuve,
para conservar el fuego
de los amigos que tuve.
Amigos que siempre estarán,
dentro del  pecho del lego.

         Sueños que bien, sé que tuve
         los mismos que tienes tú.
Son recuerdos que mantuve
y deseo que vean la luz
sin oscuridad de nubes,
y dejen de ser la cruz
que tanto tiempo mantuve.
        *     

lunes, 15 de abril de 2013

CUANDO YO ESCRIBO UN POEMA.



     Cuando yo edito un poema,
equivale a una oración
que hasta el corazón me quema
con fuego mayor que el sol.
Es un redil de colmenas
    que derraman su dulzor        
    en las esquilas del alma,
    al desbordarse de amor.
                    *

viernes, 12 de abril de 2013

NO SOY CAPAZ DE DETENER.



          No soy capaz de detener los suspiros,
ni los alaridos del corazón
cuando los ojos se extienden
hasta los labios del Sol.

         Y en la cumbre silenciosa
         que el cielo me regaló
         una montaña de cosas
         cual terciopelo de flor.

     Cuando la sombra se deja acariciar
          por la sonrisa que el tiempo se dejó
sobre las murallas de la mente,
para que llevara siempre
la luz brillante del viento
y los destellos de un  nuevo sol   
que va surcando la piel.

¡Y digo, Gracia Señor!
porque vi, otro amanece.
Después de cumplirse aquello
que el hombre suele soñar
de los lejanos destellos
cuando él, empieza andar.

Creo que no es vanidad
si se habla en la distancia
de una avanzada edad,
ya que algún día en la infancia
se pensó si llegarás

a degustar los aledaños
que el cielo te pueda dar:
cumplir ochenta y dos años
y ser persona normal,
sin mirar a los desengaños

que el tiempo suele dejar
esparcidos en el camino
que tuviese por andar
entre rosales y espinos… 
                      *

DÉCIMAS DE AMOR.

      

         Hay en mi pecho una llama
que me abrasa el corazón
cual un  volcán en erupción,
que hasta el pecho me inflama
y los entresijos del alma.
Metiéndose en mi interior 
con las garras de tu amor:
y percibo de la infancia
el dulzor de la ignorancia
que aún conservo clual una flor
                 *
          Flores rojas encendidas
son tus labios, linda flor,
que con su gran esplendor
hacen en los míos heridas
que hasta mis auras cohibidas
se engrandecen al llegar
hasta tu pecho abrevar
del suspiro más ardiente
que mortal tuvo en su mente
y que jamás pudo pensar.
           `*
          Qué vengan del cielo entero
y ángeles a comprobar
y legiones a explicar
al mundo lo que te quiero.
No existe ningún tintero,
ni pluma que sea capaz
de escribir lo que es verás
de lo que siente la mente,
que más allá de la muerte
mi amor por ti, será más.
                           *        
         Al pintar el nuevo día
siempre doy gracias a Dios
y también oigo tu voz
que me colma de alegría.
No sé sin Él, qué haría 
si me falta la esperanza:
para mí es su alianza,
manantial que me da vida
cuando mi alma se olvida
del amor que Dios me lanza
                 *

jueves, 11 de abril de 2013

UN DÍA ME DIJO UN HOMBRE.

   

         Un día me dijo un hombre        
que no existía Dios,
y en sus brazos había un niño
que los ojos me clavó.

          Cual destellos de cariño
me inundó y lo comprendí,
que aquel hombre estaba ciego
al no ver que entre sus brazos,
llevaba un trozo del Cielo.

         Sentí como un dulce amargor,
al comprobar que aquel hombre
besaba lo que negó,
ya que tenía en sus brazos
la viva imagen de Dios.
                      *

miércoles, 10 de abril de 2013

AÚN NO SÉ SI FUE DURMIENDO.

   

          Aún no sé si fue durmiendo
o porque, ya no existía.
Lo cierto es que fui leyendo
a un espectro la poesía.

         Aquel ser abominable
con sarcasmos se burlaba
de mi poesía más notable,
al tiempo que vomitaba 

          ramilletes de adjetivos
 que me lanzaba a la cara.
 Quise saber los motivos
 del porque así me trataba.

           Me miró con gran desprecio
 y aun mayor fue su amenaza.
 Me dijo que yo era un necio
 y bruma de lontananza

           y que jamás supe pintar
 con la pluma nada bueno.
 Sentí ganas de llorar
 cuando vi tanto veneno

           que sobre mí derramaba
 el dicho aberrante y espectro,
 que tan cruel me maltrataba
 con su corrupto siniestro.

          Me arrodillé ante sus pies
 implorando comprensión,
 y me dio un puntapié
 cual si yo fuese un bufón, 

          y entonces le pregunté:
     -Por qué de aquella desidia
     que arrojaba ante mi tez?
     Llegue a pensar si era envidia.

          Lo cierto fue que el sonrojo
me sumió en la amargura.
Tal vez fuese tal enojo
que no me sentí criatura.

         De pronto, reaccioné
         y le dije aquel infecto.
        Yo sé que sólo Yahvé,
         puede anotar mi defecto.

    Déjame  sembrar amor
aunque sea con fantasía,
ya que el amor es de un color
semejante a la poesía: 

     –Para  ti,
     esa fuente no se ha hecho,
     ni jamás podrás beber
     esos destellos de un pecho,
     porque nunca fuiste ser,

          que el cielo le regalara
lo más mínimo de miel.
Por lo cual siempre tu cara
será amarga como hiel:

    –Deja que  abra una puerta, 
     para que pueda intentar
     semejarme algún poeta
     cualquier día, en algún lugar. 

          No importa que sea en la tierra
o después en el más allá
de la existencia más perra
que ignominias pudo hayar.

          Soy  sueño que no ha existido,
ni jamás tuvo ocasión
de poder ver convertido
en realidad su ilusión. 

     Olvídame espectro inerme
     y déjame despertar,
     ya que tú produce peste,
     cual si fueses un muladar

          ¡Si son malos mis poemas
 no te debes preocupar!,
 ni hurgar en sombras de temas
 que no sabes valorar.