viernes, 25 de diciembre de 2009

SI PUDIESE FUNDIRSE CON TU AURA

Si pudiese fundirse con tu aura
un pedazo de mi yerto corazón.
Traspasarías las fronteras de mi alma
silenciando en la carne tal dolor.

Te mezclaría en mi pecho
como se mezclan los ríos en mar.
Para que tu aliento fuera
cual mi propio respirar,

y cuando el alba brillara
después de la oscuridad,
pondría sobre mi cara
la tuya, una vez más.

Y cuando vivas lo mismo que yo vivo,
y qué bebieras lo mismo que yo bebo
y que durmieras como yo, junto al olivo:
masacrado por tu amor como una fiera.

Sin latido por la espada del amor;
con un fuego sin la luz de la esperanza
y partido, todo el ser, por el dolor,
al clavarse en mí, tus ojos como lanza.

Si algún día los destellos de tu sol
se alojaran en la estrella de mi cielo.
Juro que a lo lejos mi exclamor
llenaría a muchos seres de consuelo.

Lo que nunca yo supe defender
de tu amor, de tus labios el cariño,
ya que un ciego a penas puede ver
la dulzura en los ojos de algún niño.

Me colmaste del amor más puro y fiel
que en silencio se pueda regalar.
Y hasta gritos en las sombras del ciprés,
y si no sueño a tu voz no sé escuchar
*

jueves, 24 de diciembre de 2009

SOY UNA SOMBRA DEL VIENTO.

Yo sé, que apenas soy nada
y como tal me valoro.
Pero en mi alma llagada
Dios depositó un tesoro
de respuestas enlazadas.

El poeta sólo es brisa
de una sombra del viento
que con su rueca eriza
el amor en su pensamiento,
y aún después de sus cenizas,
se deja escuchar su aliento.

Del poeta emana fuego
que extiende al exterior
y pone en brazos del "Lego"
de su fuego el resplandor,
como el lazarillo al ciego,
lo conduce con amor.

Va dejando trozo a trozo
su pecho en la creación,
y cuando llega, alborozo
a toda una población,
se gratifica gozoso
¡sin limite el corazón!!

El alma de los poetas
sólo pueden ser de "oro"
sin cerraduras ni puertas,
ya que nunca su tesoro
ellos lo ponen en venta
y, si lo fue, ¡Los deploro!

La poesía no es la meta
por su rima en la oración.
Pero sí, le da al poeta
esa gran satisfacción
de llegar a toda puerta
y entregar su corazón.

El poeta da dulzuras
con fuego del corazón,
a inyectar a las criaturas
su sombra y da sensación
de impregnar literatura
con su frágil creación.

El poeta es soñador
y con sus sueños navega
a la mansión del amor,
y a veces en sueños llega
a extenderse como flor,
más allá de toda vega
donde duerme el mismo sol.

Por eso su corazón,
va traspasando fronteras
en formar de una ilusión,
donde convierte quimeras
con un poco de pasión,
en realidades sinceras.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

QUE NO SE CIERREN TUS OJOS.

Qué no se cierren tus ojos
que se apagarían los cielos
al separar las estrellas,
como una vez, el mar "Rojo".

Ya no sé, como decir
ni tampoco como hacer.
Se va negando mi pluma
a darle forma al papel.
y entre sollozo y bruma
me voy ahogando de sed.

Se pierden en el vacío
los sueños que yo soñé.
¡Ya no digo! Desvarío.
Quisiera poder saber
¿Por qué lloro como un crío
y más sangrante, hoy que ayer?

Se ha perdido sin saber
la tinta de mi tintero:
pienso que la encontraré
antes de emprender el vuelo.
Quiero parar el reloj
para hacer bajar del cielo
lo que de ti se marchó.

sábado, 19 de diciembre de 2009

NO ENTIENDO QUÉ ESTÁ PASANDO...

Salí de mi habitación;
pensé que estaba soñando.
La gente hacía oración.
Yo les iba contemplando
y nadie en mí se fijó
y exhalé una exclamación.
¿No entiendo que está pasando?

Contemplé el ancho mar
mientras miraba en el puerto,
volví la cara hacia atrás
y vi a mi cuerpo inepto;
pense que estaba soñando.
¿Sueño o vivo o estoy muerto?

Nada me impedía hablar.
Grité y grité y no escuchaban
la gente de aquel lugar
a pesar de que gritaba.
¿Por qué llora tanta gente
sí aquí no a pasado nada?
Sentí sudor en la frente
y nadie me la limpiaba.

¿Sueño, o es qué estoy muerto?
Emprendí un gran caminar
por páramos muy desiertos
que no sé como explicar...
Me encontré un guapo mozo
todo vestido de blanco,
que me cogió de la mano.
Yo me impresione de gozo
y pregunte: –¿A dónde vamos?

Él no me contestó;
me confortó su mirada.
Volamos por las estrellas
en gozosa cabalgada.
Me mostró, cosas muy bellas
que intento, y no sé contarlas.

Aún no sé como llegué
a donde estaba la gente
que me aferré a consolar
y a mí nadie me escuchaba.
Entonces empece a llorar
al presentir que pasaba.

Gran pena me producía.
Grité, llamé y lloraba
y ninguno me sentía:
pero algunos sí miraban
mi cuerpo que no dormía.

Cuando llegué a aquél puerto
diciendo, misión cumplida
en éste loco desierto
que Dios me a dado por vida.
Sin saber si yo dormía
o es que ya estaba muerto;
¡lloré de inmensa alegría!

Del doncel de rubio pelo,
apenas si vi su cara.
¿Sería un ángel del cielo
o mi hijo que me llama?
¿Será la mano de Dios
o sería mi sombra helada?

No quería despertar
si por ventura soñaba.
Sí mí muerte era real
yo quería verle la cara
y aquel hermoso doncel
que sonriente miraba.

¿Soñaba o estaba muerto
o era pura fantasía?
El día que esto sea cierto
quisiera que mi agonía
fuese igual que en éste cuento,
plasmado en una poesía.
A pesar que a ese evento,
seré puntual tal día.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

UN SONETO...

Voy haciendo los lamentos, compañeros
de poemas engendrados con las manos.
Cual las flores de los prados castellanos
se cultivan con mis sueños efímeros.

Como larva de gusanos tempraneros
que dan seda a los sueños ya lejanos
y se paran las cizañas de los granos,
putrefactos y helados como hielos.

Las flácidas neuronas de mi mente
se convierten en fuego con el llanto.
Por la lucha del pasado y el presente.

Y no entiendo el por qué se ríe la gente
cuando expongo la flor del amaranto
sin jactancia, ni nada impertinente.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Y ENTONCES PREGUNTARÉ.

Entonces preguntaré al cielo:
–¿Qué estoy haciendo en la tierra
bajo este azul trepidante
de los ojos bordados por el Febo?
Y la respuesta la hallo en el silencio
del pálido amanecer del alba,
junto a la supremacía
del ocaso, gris y amaranto
y las coplas que nace de este ciego;
es como si el alma se extendiera
entre las arenas del desierto
y galopando con la mente
en las montañas blancas,
más allá del espacio temporal.

¡Qué espantosa agonía
sentí en mi sueño al ver!
que la luz se oscurecía
cuando vi el cielo arder.

Era un ascua de oro
donde no cupe la luz.
E inclinado en el suelo lloro
al no ver el cielo azul.

Siento pararse mi sangre
y el reloj no tiene hora.
No encuentro perro que ladre
pero sí gente que llora,

sin tener donde abrevar
en aquella noche a solas
y sin poder ni contar
por qué no pasan las horas

que quedaron en el cristal
sin marco de aquél espejo,
difuso y sin reflejar
lo que se quedo tan lejos.

Y entonces preguntaré:
¿Dios mío qué es de mi esposa?
¿Se fue para no volver
por amor a la fría fosa?
No soy capaz de entender
esa espeluznante cosa.
Tan sólo puedo entender
que en los brazos de Dios,
está, mi esposa Lola...

domingo, 13 de diciembre de 2009

CUANDO UN MINERO SE PIERDE.

Dedicada a los mineros del Orbe.
-
Cuando un minero se pierde,
no importa de que rincón.
Algo del alma se muere
y te rompe el corazón.
El minero es el duende
del plomo y del carbón.

Cuando un minero se pierde
de las minas de La Unión,
igual que las de Linares,
o las minas de León,
a España entera se expende
en su sangre, con dolor.

Porque el plomo y la galena
es lo mismo que el carbón
cuando se mezcla con pena.
Sean mineros de León,
de Linares o Cartagena,
o las minas de La Unión;
de ellos están, las tumbas llenas.

España entera les llora
cuando un minero se muere.
Más amargas son las horas
de sus hijos y mujeres,
porque se fue la persona
que les sustenta y les quiere.

Ay, mineros de León
o la estirpe de Linares.
Ay, mineros de La Unión
sacasteis de vuestras madres,
del vientre y el corazón,
bravura que no hubo nadie
que la engendra mejor.

Son las mejores alhajas
que diera nuestra nación
y, les pagan con migajas
al de La Unión y León
y el día que les amortajan
les dedican, una oración.

Una oración y un recuerdo
para muy pronto olvidarles,
pero jamás a esos deudos
les olvidarían sus madres.
Yo que también fui minero
os ofrezco este homenaje.

Homenaje al minero
que llevo en mi corazón;
Los llevo porque les quiero
al de La Unión y de León
a todo aquél compañero,
de otros pueblos o nación.

Son las mismas dinastías
dentro o fuera de España.
Son de iguales valentías
ya que son de las entrañas
de la tierra, negra y fría,
como sombras de espadañas.

¡Escuchar, hombres de Dios!
No seáis indiferentes.
Hacer más y menos voz,
porque el día que ésta gente
se unieran en más de dos,
harán temblar a los valientes.

Porque el minero es bondad
y aunque ellos son pacientes
y crecen en la oscuridad
donde perece la gente.
No les falta caridad,
ni le temen al potente
que se beben su bondad
y hasta el sudor de su frente
por un mísero jornal.

jueves, 10 de diciembre de 2009

FELICES FIESTAS A TUDOS...

DECIMAS...

CON EL SIGNO DE LA CRUZ.
*
Con el signo de la cruz
cada noche y la mañana
abro a mi pecho ventana,
para que entre la luz
que derrama el cielo azul.
Es alimento que emana
cada mañana temprana,
al emprender la jornada
sin poder negarte nada
con escollos o senda llana.

Mi refugio son tus brazos.
Mi esperanza tu pasión
que le da a mi corazón
casi deshecho en pedazos,
el consuelo con abrazos
la dulzura y la razón.
Y siento una gran ilusión
que es hija de la esperanza
de la sagrada alianza.
¡Ayuda, por compasión!

Siento temor a partir
aunque no temo a la muerte
y sí, al dolor inminente
en el trance de morir.
Tan solo puedo decir
con mi pecho trasparente,
al inclinar yo mi frente,
hágase tu voluntad,
ya que en mí, la soledad
fue siempre mi mejor fuente.
.
Sombra que vas traspasando
lentamente la amargura,
sin calor en la noche oscura.
Y mi pecho marginado
quiere vivir a tu lado.
Siendo la verdad inminente,
la locura que en mi frente
implora morir Contigo,
porque sé que ere mi amigo
hasta después de mi muerte.

Yo prefiero vivir loco
y no cuerdo sin tener
a Cristo para comer,
al que siento veo y toco,
aunque le ofrezco muy poco.
Ese poco es el todo
que yo le entrego a mi modo,
porque mejor no sé hacer
y Él lo sabe comprender,
como lo comprende todo.

Te imploro con amargura
con el corazón y mente
que siempre me sea presente
en mi alma tu dulzura.
No hay relevante cultura
en los labios de la muerte,
pero siempre está presente
y para todos es descansar
y no sé de ningún lugar
para el rico, preferente.

Al final de mi jornada
y cada día al empezar,
me gusta tu Cruz besar,
porque encuentro en Tu mirada
a modo de una llamada,
y en las noches al terminar
indicándome el lugar,
hacia el norte del camino,
y con tu rostro divino
nunca puedo tropezar.

jueves, 3 de diciembre de 2009

"ESPERO QUE LLEGUE AL CIELO"

Una luz que no ilumina
no me deja descansar;
y hay sombra en una esquina
donde no puedo llegar.

Espero que llegue al cielo
lo que te mando, ¡mujer!
Un beso ¡con un te quiero!
Una rosa y un clavel,
en éste verso sin vuelo
pero dulce como miel.

Quisiera escribir un poema
sin tintero ni papel.
Un verso sin una letra
y oda llena de miel,
para ponerlas en la frente
al Cristo del Gran Poder.

Y que mi alma y la mente
despertaran de un ayer,
una luz más trasparente
y que el hoy pudiera ser
agua de nítida de fuente,
capaz de calmar mi sed.

Cuando ya estuviera escrita
sin pluma la inspiración.
Pondría una margarita
y de rosas un millón,
Junto a la Virgen Bendita,
con el alma y corazón.

Le daría sin los labios
la dulzura de mi amor.
Cogería sin las manos
el perfume de una flor
y en los cielos más lejanos
derramaría el corazón,
ya que no lo necesito
para obrar con la razón.
No hay tintero, ni una voz,
que poeda impidir a mi grito
besar el rostro de Dios.

Allí pintaría en el viento
la luz que nos mando el sol
y después diría contento,
¡aquí me tienes Señor!.
No sé si estoy vivo o muerto
ya que no siento dolor
en las fibras de mi cuerpo.
Solo percibo el calor
sugerente de Tu Aliento.

Al final yo pintaría
un navío bergantín,
para llevar mi poesía
más allá donde está el fin
y después la tatuaría
en un cuerno de marfil
y ésta estrofa firmaría,
con mi siglas. Rogalín.

martes, 1 de diciembre de 2009

SOÑAR, SIMPLEMENTE SOÑAR.

Solamente voy a pedir
para estas Navidades
que todo sea un sin fin,
donde las humanidades
como yo, puedan decir...

Quisiera ser como un niño
y pintar jarales verdes
adornados de cariño,
donde las mentiras muerden.

Con las cometas en vuelo
e imitaría al alcatraz
y trenzaría en el cielo
las guirnaldas un cantar.

Con las cosas de la vida
que no se pueden fundir,
a esas qué dejan heredas,
les bordearía un sonreír.

Quiero jugar y volar
junto a las brisas marinas.
Quiero cantar y llegar
donde van las golondrinas

y hacer un puente que llegue
más allá de lo imposible,
donde sea verde la nieve
y hasta el Febo sea accesible.

Pondría sobre la tierra
una alfombra de cristal
donde no pisara guerra:
sólo el dulzor del panal.

Bordaría con zafiros
las sombras de la maldad
y sustituiría los tiros
por canastas de bondad.

Pondría en el pensamiento
del hombre del santidad
y con espadas de viento
rompería su vanidad.

Pintaría de dulzuras
todo lo agreste y enjambre,
donde yacen las criaturas
muertas de frío y de hambre.

Pondría sobre la esfera
una muralla de amor,
con una sola bandera
que llegara su candor

hasta las más viles fieras.
Y cuando hubiese inventado
la concordia sin cegueras,
quisiera estar enamorado

de todas las cosas bellas,
de la flores y de los prados,
de los luceros y estrellas
y de los mares dorados.

Y jugando llegaría
a construir un castillo
donde de noche y el día,
el hombre fuese un chiquillo.

No existirían noches frías,
sólo montañas de amor,
donde ya las felonías
no cupiera su calor.

Y Dios, jugando, jugando
saltaría de flor en flor
y yo me iría volando
a jugar sin estupor,
con las flores y su encanto,
el viento y la luz del día
y derramaría mi llanto
con lágrimas de alegría.