jueves, 11 de junio de 2009

LLAMANDO AL MÁS ALLÁ

Dios mío, sigo sin comprender,
¡no entiendo nada!
Que un niño para comer,
tenga que competir con los cerdos
de ignominias en muladares;
buscando en los estercoleros
en basuras putrefactas.

Qué pena tiene que ser
para Tu pecho, Dios mío,
ver los niños perecer
muertos de hambre y de frío.
¿Por qué el hombre del poder
anda en contiendas perdido?

Tengo hambre, Señor.
Hambre de enamorarme
y de compartir el dolor.
Hambre de saber yo darme
a los demás con amor,
sin tener que preocuparme
donde se seca mi flor.

Cuando el hombre tenga sed
de compartir la dulzura,
la riqueza y el poder,
el dolor y la amargura.
Entonces el hombre será
coronado en las alturas.

No crecerán más basuras,
ni niños en los muladares.
No harán falta sepulturas,
ni de rodillas andar
mendigando las criaturas
duros mendrugos de pan.

Sobrarán los muladares
y las hambrientas sepulturas.
Todos seremos iguales,
lo mismo que en las alturas,
donde correrán zagales
haciendo sus travesuras.

viernes, 5 de junio de 2009

MI MAYOR ENEMIGO...

Con mi mayor enemigo
tengo que vivir así,
y tiene que ir conmigo
desde el principio hasta el fin
haciéndo de mí un mendigo.

Como una sombra tupida
te acabo de descubrir.
Vas jugando con mi vida
en este ir y venir
y el alma tengo perdida.

Él usa mi corazón,
lo cual me preocupa tanto
por no tener la razón.
Va matando al hombre santo
cuando tiene la ocasión.

Aprovecha la ocasión
cuando yo nunca le viera.
Él provoca la explosión
para que salga la fiera
que burla a la razón.

Fiera que llevo escondida
dentro de mi corazón
que va nublando mi vida
sin dejar pasar el sol
a la llaga de esa herida.

En cada hombre hay dos seres
que si no tienen cuidado,
puedes perder los papeles
y sentirte atrapado
en las mallas de sus redes.

En mi ser el perdedor
se va jugando la suerte
con sus derechos y razón
y aveces luchan a muerte
perdiendo siempre los dos.

El bueno es inocente.
El malo un animal
y aveces se odian a muerte
sin encontrar el fanal
de la fibra de la mente.

Nunca paran de luchar.
El bueno es más valiente
y el osado el criminal;
el que siempre está pendiente
para provocar el mal.

Se aconsejan mutuamente,
se tratan de igual a igual.
Cuando se duerme el valiente
aparece el criminal
lo mismo que una serpiente.

Yo tengo que estar pendiente
porque el otro, es audaz.
Siempre le llevo en mi mente
desde el principio al final
porque me clava los dientes.

Cuando me juzgue la gente
¡sin ser capaz de acertar!
¿A quién juzgan, al valiente
o en enjuician al criminal
que siempre fue indiferente?

Voy pensando en los dos seres,
el bueno y el criminal.
Al que sabe sus deberes
y al otro que no es normal.
¿No será que no se quieren?

Cuando les veo, me pregunto.
¿Es que existe alguno más?
Mi propia mente no quiere
este enigma averiguar,
para no saber quien hiere.

O son un tal para cual
¿Por qué sí el yo, siempre vive
y existe el criminal,
cuál de ellos es el que escribe?
¿o existe un tercero más?

Al narrarle mi persona
hay principio sin final.
Si los desdoblo razonan,
unidos no son capaz
de darle a sus vida forma.

En mi mesa hay un retrato,
un Cristo y un santoral.
Son un altar en mi cuarto.
Medito en ese lugar
y de lo que veo, me espanto.

El malo escucha al valiente
sin atreverse a mirar.
Siempre van luchando a muerte
y no se pueden separar
de mi corazón y mente.

Y aquí me tienen a mí
sin saber donde empezar.
Si defiendo al inocente
me ataca el criminal.
Si agasajo la serpiente
me suelo perjudicar.
Creo que lo conveniente
es mantenerme neutral
y que nos juzgue la gente
si son capaces de tal.

martes, 2 de junio de 2009

ME ALIMENTO DE TUS OJOS.

ESTE POEMA ES COMO UNA FLOR
A LA QUE FUE MI ESPOSA.

Me alimento de tus ojos
y de tu rosada piel.
Bebo de tus labios rojos
la dulzura de la miel.
De tu fragancia recojo
tus destellos de mujer.

Voy besando las pisadas
donde tu anduviste ayer.
Voy leyendo tus miradas
una y una y otra vez
y de tus auras heladas
voy bebiéndome la hiel.

Como alcanzarte quisiera
en los páramos del cielo
y ponerte de bandera
en estrellas y luceros
para que el Mundo supiera,
lo mucho que a ti, te quiero.

Te llevaré mientras viva
gravada en mi pensamiento,
más allá del mas arriba
de las fronteras del tiempo
y cuando el cielo lo diga,
se extinguirá lo que siento.

Cuándo apenas ya sea brisas
de una quimera tu cuerpo,
brotarán de mis cenizas
de mi alma y pensamiento,
cascada de alegres risas
de mi amor y sentimiento.

lunes, 1 de junio de 2009

¿CÓMO PODER VALORAR?

MENCIÓN ESPECIAL A LAS SOMBRAS
DEL DOLOR
-
¿Cómo poder valorar
algo de tal magnitud?
¿Cúmo poder abrazar
a esa invisible cruz?

Donde antes había un hogar,
de pronto la destrucción
convierte en un muladar
a toda una población.

Cuando se mira en la tierra
tanta luz, bondad y amor
y que las odiosas guerras
las deshacen con dolor.

El dolor de las estrellas,
de la mar y hasta del sol.
Fuentes de lágrimas bellas
y me atrevo a preguntar,
¿Dónde te guareces, Dios?

Yo no sé, a quien culpar
de esa horrenda destrucción,
si a las estrellas o el mar,
o a la mano del Creador.

¿Por qué no culpar al hombre
que va sembrando explosión?
Y la tierra se estremece
como un barco sin timón.

¿Por qué se ahoga mi hermano
en Turquía o Nicaragua,
o en otros orientes lejanos?
¿Es que los dioses, nos odian?
O es la codicia infernal
que siempre al hombre al devora?

¿Quién podría contestar
cuándo la tierra se enfada?
¿Quién podría remediar
tal destrucción desatada?

Preguntas, muchas preguntas
y todas sin contestar.
Porque el hombre siempre busca
el poder justificar
lo que a tantos nos asusta.

El hombre siempre se mata
con su invento de la guerra,
como si ya no bastará
con la furia de la tierra.

Qué vengan luces más claras
para iluminar las mentes,
haber si así terminaran
de matarse entre parientes.

¿Por qué se erigen en dioses
y van creando el dolor
los hombres a grandes voces?
¿Para superar a Dios?

Y hasta le hacemos culpable
de nuestra falta de amor,
cuando el propio responsable
es el hombre sin pudor.